Para asumir este debate,
estamos obligados a clarificar, en una primera instancia, cuales son las
diferencias que existen entre el modelo de municipio socialdemócrata,
defendido por Acción Democrática y el modelo de ciudades socialistas,
definidas en las leyes del poder popular sobre el estado comunal
promovido por este gobierno.
El municipio socialdemócrata,
que busca impulsar el progreso económico y alcanzar el bienestar social
en las comunidades locales, se inspira en los valores universales,
característicos de las democracias participativas, pluralistas,
representativas y alternativas mas avanzadas del planeta. Estos valores
son: el Sufragio universal, directo y secreto, para la elección en
primer grado de juntas parroquiales, alcaldes y concejales; la
Participación Social, a través de organizaciones comunitarias autónomas,
libres y soberanas ; la Autonomía Municipal, para la recaudación e
inversión de sus ingresos propios, mediante la elaboración de
presupuestos supeditados a los designios de las sociedades locales y; la
Descentralización de Competencias del Estado, para establecer
relaciones de subsidiaridad entre el estado nacional, el estado
regional, los municipios y las comunidades.
Estos valores, sustentados en
principios de inclusión, equidad, igualdad y justicia, e instaurados en
el sistema político venezolano por sucesivos gobiernos de Acción
Democrática, en el proceso de construcción de la democracia venezolana,
en la segunda mitad del siglo XX, fueron reconocidos por los
constituyentes de 1999 y consagrados en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, debidamente legitimada por el voto popular,
en Diciembre de ese mismo año. Además de ello, por la profundidad
revolucionaria de sus significados, llegaron a formar parte de la
cultura y los ideales de las nuevas generaciones progresistas, que
aspiran modernizar el oficio de la política en nuestro País
Por su parte, el modelo de las
ciudades socialistas, que busca establecer el estado comunal, se
inspira, por una parte en el modelo comunista de los soviets, que se
derrumbó después de la caída del Muro de Berlín y la desaparición de la
Unión Soviética y, por la otra, en el modelo decadente del
castro-comunismo cubano. En el modelo de ciudades socialistas, se
sustituye la democracia participativa, pluralista, representativa y
alternativa, por el sistema comunista de partido único, pensamiento
único y líder único ; las elecciones de primer grado, que se efectúan
mediante el sufragio universal, directo y secreto para elegir los
gobiernos locales desaparecen y pasan a ser elecciones de segundo y
tercer grado para designar los autogobiernos comunales mediante el voto a
mano alzadas en asambleas de voceros de consejos comunales controladas
por el gobierno; para la participación social, solamente se reconocen
los consejos comunales que suscriben el plan socialista, excluyendo a
los consejos comunales que no suscriben ese plan; a los municipios
autónomos se les vulnera su autonomía, se les invaden sus territorios,
se despojan de sus competencias y se les sustraen sus recursos y; se
revierte el proceso de descentralización, para concentrar todo el poder
del gobierno en la presidencia de la República.
Este breve análisis de las diferencias
existentes entre el municipio socialdemócrata, defendido por Acción
Democrática y las ciudades socialistas, promovidas por el régimen de
Hugo Chávez, es una contribución para abrir el debate desde la
perspectiva local en los vecindarios de nuestra región. En las próximas
ediciones volveremos sobre estos temas.
Benito Urrea
Secretario de Asuntos Municipales de AD Aragua